Científico de datos, así es la carrera del futuro
Si se les puede creer a los laboratorios de
IBM, cada día la humanidad genera 2,5 trillones de bytes (un byte
equivale a una letra o a ocho bits). Aún más asombroso es que un 90 por
ciento del total de la información que ha producido la humanidad fue
creado en los últimos dos años. Esto es así porque las redes modernas
reciben información de fuentes mucho más allá de los teclados: imágenes,
transacciones, archivos de audio, señales GPS y un sinnúmero de otras
opciones. Las fotos de su gato, su lista de Deezer, y hasta su puntaje
de Candy Crush, todo contribuye a este maremágnum de datos.
Y como el ritmo al que generamos información
no hace sino aumentar, las previsiones apuntan a que en el 2020 la
producción anual será 50 veces mayor. La idea de que hasta un 80 por
ciento de esa información esté desestructurada es una pesadilla para los
especialistas… y una oportunidad para un nuevo tipo de profesional, uno
que según la Harvard Business Review tiene el trabajo más sexi de lo
que va de siglo.
Lo llaman ‘científico de datos’, un nombre
algo vago para aludir a un profesional capaz de operar los colosales
conjuntos de datos que recogen los sistemas al servicio de las grandes
compañías. Probablemente crea que es un material muy atractivo para
gigantes de Silicon Valley como Facebook o Twitter, pero sus servicios
se demandan en ramas tan variadas como la banca, líneas de cruceros y
aseguradoras.
Si se demandan es porque la
información se acumula a mucha mayor velocidad que el ritmo de
crecimiento del número de profesionales capacitados para operarla.
El Instituto Global McKinsey, el brazo de investigación en economía de
la firma McKinsey & Co., pronostica que en 2018 Estados Unidos
podría enfrentar un déficit de entre 140.000 y 190.000 personas “con
capacidad de análisis profundo”, y de al menos 1,5 millones de gerentes
capacitados para usar el big data (como se denomina al sector que se
ocupa de estos inmensos volúmenes de datos) a la hora de tomar
decisiones.
Es una idea preocupante si se considera que el
negocio del big data alcanzará los 50.000 millones de dólares a finales
de esta década. Los datos, dicen los fieles de esta nueva fe, serán el
petróleo del nuevo milenio.
Juan Carlos Puentes, gerente general de SAS en
Colombia, una de las firmas de software más fuertes en el campo de la
inteligencia de negocios, asegura que Colombia es un terreno más que
propicio para formar científicos de datos.
En charla con EL TIEMPO, Puentes
asegura que “las empresas lo están pidiendo, los asociados lo están
pidiendo y, claro, el mercado lo está pidiendo. Las grandes
firmas nos estamos ‘robando’ entre nosotros mismos este recurso humano,
porque todos nos enfocamos en big data, y conseguir gente que tenga
experiencia o que sepa cómo manejar proyectos en este campo es muy
complicado. Esa ‘cosecha’ de gente que se va a requerir, no solo en
empresas de tecnología, hay que construirla”, advierte.
Construir el perfil
El experto asegura que es notable la brecha
entre el perfil de los profesionales que se gradúan de las universidades
y lo que está reclamando el mercado.
“La gente que sale de las universidades, de
carreras como la ingeniería de sistemas, sale con conocimientos de
desarrollo, de manejo de redes y un poco en términos de cloud
–prestación de servicios de computación a través de servidores remotos
conectados en red–. Pero en gestión de información, de analítica, vemos
muy poco. Uno ve una cátedra de estadística, o de investigación, pero no
se profundiza en eso, y en el mercado existe la necesidad de ir más
allá del soporte de tecnología y manejar conceptos de movilidad, de
cloud y de big data”.
Sin embargo, Puentes es categórico al señalar
que no se trata de abrir una nueva carrera, sino de crear un nuevo
perfil. Por eso, SAS trabaja en un programa, que espera lanzar en el
2015 en asocio con universidades y firmas interesadas, para que
profesionales de distintas carreras puedan adquirir las destrezas
necesarias para navegar las aguas del big data.
El programa está pensado para gente
que ya tiene un título en ingeniería, economía o matemáticas, entre
otras áreas, y que quiera perfeccionar su perfil en cuatro grandes
áreas: la analítica –manejo de estadística avanzada–, la
tecnología informática, la industria y, finalmente, la comunicación.
Sobre esta última, anota Puentes: “Generalmente las personas que tienen
esas habilidades de buscar información donde nadie la encuentra, fallan a
la hora de expresar sus hallazgos. Los ven como ratoncitos de
biblioteca y resulta que sus datos, bien expresados en una junta, pueden
cambiar para bien el curso de una compañía”.
La iniciativa está alineada con los planes del
Ministerio de las Tecnologías de la Información y de las
Comunicaciones, a través del programa Vive Digital.
Ventaja competitiva
La semana pasada, la firma EMC Corporation
publicó los resultados de una encuesta en la que se consultó a
empresarios y especialistas colombianos acerca de su perspectiva sobre
el rol del área de Tecnología Informática (TI). Un 85 por ciento de los
encuestados esperan que las tecnologías de próxima generación, como las
móviles, sociales, en la nube y con grandes volúmenes de datos, le
proporcionen una ventaja competitiva a su organización.
Al respecto, Brian Black, gerente de EMC para el norte de Latinoamérica, expresó:
“Para seguir siendo relevantes y competitivas, las empresas de todas
las industrias están reinventando sus modelos de negocio para lidiar con
niveles sin precedentes de acceso, interacción y escala. Por este
motivo, el área de TI vuelve a ocupar una posición central, y pasa de
ser un centro de costos a un verdadero catalizador de cambio mediante el
uso de las tecnologías de nube y de grandes volúmenes de datos”.
fuente: eltiempo.com/tecnosfera